La Dolce Vita
por MaríaVázquez
Renato Zavagli Ricciardelli delle Caminati nació en Rimini en 1909, hijo de un conde emparentado con la familia real italiana y de una aristócrata francesa. El peso de sus apellidos paternos le obligaban a seguir una carrera militar aunque era el arte y el dibujo lo que le atrajo desde muy joven. El divorcio de sus padres hizo que abandonara Italia, se estableciera en París con su madre y transformara su nombre adoptando el apellido materno.
Y así nació, otra vez, el mejor y más elegante ilustrador y dibujante de moda del siglo XX: René Gruau.
La vena artística de Gruau fue, en realidad, el resultado de hacer de la necesidad virtud. Su madre y él pasaban por graves dificultades económicas así que desde muy joven se aplicó en realizar ilustraciones que posteriormente vendía a diferentes publicaciones, sobre todo de moda. Con 14 años, su trabajo era el principal sustento de la familia. Y con 18 ya era conocido internacionalmente: las más prestigiosas revistas de moda habían caído rendidas al encanto de un trazo sinuoso y elegante, a unas ilustraciones llenas de chispa, de alegría, de elegancia, de glamour, de humor y de cierta indolencia que nunca resultaba excesiva, sino fascinantemente atractiva. Vogue, Harper´s Bazaar, Elle, Marie-Claire o Femina mostraban en sus páginas las ilustraciones de Gruau que, a partir de los años 30, se convertiría en el paradigma de la ilustracion de moda.
El estilo de Gruau debe mucho a la estética del grabado japonés y al cartel francés del siglo XIX. Tolouse-Lautrec es una referencia constante (en el trazo, en la utilización de campos de color planos y brillantes que conforman figuras simples pero elegantes), pero también lo es Teophile-Alexander Steinlen, cartelista del Art Nouveau francés (sobre todo en el humor amable de las composiciones). El impacto visual de sus ilustraciones llega a través de la simpleza de las líneas y del color, puro y vibrante, que mantiene un difícil equilibrio entre la atracción visual y la elegancia discreta.
La calidad de sus ilustraciones hizo que trabajara para los diseñadores de alta costura más reconocidos: Balenciaga, Elsa Schiaparelli, Rochas, Lanvin o Hubert de Givenchy quedaron reflejados en la obra de Gruau. Aunque su éxito rotundo fue la asociación que mantuvo con Christian Dior.
En 1947 Dior estaba lanzando un nuevo estilo de moda que intentaba combinar la austeridad de formas, producto de una situación económica de postguerra, con un diseño absolutamente vanguardista, lleno de colorido, de alegría y de glamour que dibujara una nueva mujer, mucho más liberada pero igualmente femenina y seductora. Es lo que se denominó New Look y el encargado de ponerlo en imágenes y difundirlo en la publicidad fue René Gruau:
Gruau no sólo trabajó para la ilustración de moda en la casa Dior, sino que fue responsable de la imagen publicitaria de muchos de sus productos, sobre todo perfumes o maquillaje:
La carrera de René Gruau se extendió durante casi seis décadas, abarcando casi todo el siglo XX. Tras su muerte en 2004, la casa Dior le rindió tributo de la mejor manera posible: su entonces principal diseñador, John Galliano, ideó una colección de alta costura directamente inspirada en la estética de Gruau. En este enlace puede verse el vídeo del desfile de la colección que le homenajea.
Se dice que las imágenes de Gruau expresan siempre cierta indolencia no exenta de elegancia
Quizá fuera esa indolencia, ese disfrutar de lo bueno de la vida que transmiten sus ilustraciones, lo que llevó a Federico Fellini a poner en manos de Gruau el diseño del cartel para su película La Dolce Vita en 1960:
Quién mejor que el el hombre que quiso dibujar a las mujeres más hermosas para plasmar lo dulce y breve que es el placer.
Conocía la estética de Dior,pero no sabía nada del autor.
Como siempre, interesantísimo.¡Gracias María!
Me has hecho dar un giro al trabajo, descubrir a Fellini y deprimirme con lo que me cuenta, con el mundo que no sabe cambiar, para volver renovada a seguir intentándolo.
Cuánto te echo en falta a tí y a tus clases.
Si ha servido para que descubras a Fellini, bienvenido sea! Yo también os echo muchísimo de menos. Sin las clases poco de lo que hago tiene sentido! Espero que el año próximo podamos volver a vernos y disfrutar. Un beso, laura. Y gracias por TODO.
Gracias a tí María.